El barro Betus es la rama alfarera más popular en Santa Cruz de las Huertas, Tonalá. Data de la época colonial y se le relaciona de manera inherente a un personaje ilustre del municipio de Tonalá: Don Candelario Medrano López.

Él nombre de “Betus” lo recibe porque después de horneada la pieza y del diverso colorido en su decoración, se le da un baño con aceite Betus (resina de pino disuelta en aguarrás) y es de ahí, que la técnica toma su nombre. A finales de los 60s innumerables figuras fueron cotizadas internacionalmente y en ese tiempo fue catalogado -sobre todo las piezas de Don Candelario Medrano- con la denominación de surrealista y fantástico.

Aún existen artesanos que lo trabajan en la forma original, con materiales como el barro blanco, negro, agua, matiz, pinturas de color verde, azul, amarillo y roja, de las cuales, las dos primeras son metálicas y las restantes se preparan con arenas así como el aceite Betus.

Los artesanos de Santa Cruz aun utilizan moldes antiguos para hacer las formas de caballos, perros y nahuales, que pueden ser empleados como alcancías. La técnica del barro Betus corresponde a la denominación de baja temperatura y la característica es que estas piezas no sólo son importantes por su temática y decorado, sino por la elaboración. Las piezas de Don Candelario se han expuesto en diversos museos como en el Museo de las Culturas Populares de la Ciudad de México, el Regional de la Cerámica de Tlaquepaque, el Regional de Guadalajara y el de Arte Moderno de Nueva York, con más de cien piezas en exhibición. Artista que dejó escuela entre los artesanos de la comunidad, con piezas más grandes que los juguetes, moldeadas a mano y policromadas. Figuras fantasmagóricas con motivos diversos, como leones con cara de sol, lechuzas, gallos, iglesias y arcas de Noé.