Dentro de la gran variedad de formas de trabajar el barro, Tonalá nos presenta una de las más antiguas tradiciones: el Barro Bandera.

Los materiales utilizados por los artesanos para llevar a cabo las piezas, son el barro blanco, el barro negro, agua de manantial, moldes, arena roja, pintura verde que se prepara con arena y pintura blanca preparada con la piedra matiz.

Una vez elaborada la pieza, se le cubre con un fondo rojo llamado “colorado” para aplicar el “cebo” una grasa que se encarga de dar ese brillo tan intenso frotando firmemente con una tela suave y se decora utilizando la pintura blanca y verde con pinceles de pelo de perro, generando así la los tonos de nuestra Bandera Nacional. Trazando finas líneas se forman figuras de animales, flores y hojas, para posteriormente quemarse en el horno a una temperatura de 700 a 800 º C. de 3 a 4 horas.

El contraste entre los colores permite apreciar mejor la decoración. Pablo Jimón, quien fuera uno de sus representantes, al morir dejó la tradición en manos de su familia. Además de la familia Jimón, José Pila también maneja esta técnica. Los objetos producidos en la cerámica bruñida o de olor y la de bandera son: botellones, jarras, platos, bules, cajitas con tapa, y figurillas. En esta técnica se realizan también miniaturas. La característica distintiva del barro bandera radica en los colores que las piezas adquieren, que son los mismos que tiene la bandera mexicana: sobre el fondo rojo de la pieza, se añade la decoración en colores blanco y verde.